Este tema tiene un proposito y es el de darle austed herramientas para que usted sea un Cristiano fuerte y que conosca las artimanas de nuestro enemigo.
ABRIL /26/2010
LOS PELIGROS ESPIRITUALES.
LECTURA: Lucas 6:39-45
39 Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?
40 El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro.
41 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.
43 No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.
44 Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas.
45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
VERDAD CENTRAL:
Jesús advirtió sobre la existencia de peligros espirituales.
INTRODUCCIÓN:
Así como en otros caminos, el transitar por la senda cristiana trae aparejado el peligro de que tropecemos con algún obstáculo; porque, realmente, la vida espiritual está rodeada de tropiezos que militan contra nuestra salud espiritual. Conociendo el Señor de estos peligros, quiso advertir muchas veces acerca de ellos con el propósito de que sus seguidores no fueran a naufragar por causa de algún encuentro inesperado con estos obstáculos. Resulta, pues, muy importante que consideremos las advertencias del Señor para que no vayamos a sucumbir víctimas de alguno de estos peligros.
CUERPO:
1.- Jesús advirtió sobre el peligro de los falsos maestros.
El Señor predicó que uno de los grandes peligros que enfrenta el cristiano es el de los falsos maestros. El dijo: "¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?" (v.39) (1). Con esta expresión podemos comprender que los maestros tienen un enorme compromiso ante Dios, pues ellos son responsables de las enseñanzas que están dando, no sólo con sus palabras, sino también con su ejemplo (2). Pero igualmente, el cristiano tiene la responsabilidad de elegir un guía que sea auténtico servidor de Dios. Es insensatez seguir a un guía ciego. El Señor advirtió que, en semejante caso, los dos "caerán en el hoyo". El individuo comparte el destino y el carácter de aquel a quien sigue. Considerando, pues, estas verdades debemos ser muy cuidadosos al momento de decidir quién ha de guiarnos en la vida cristiana.
2.- Jesús advirtió sobre el peligro de la crítica.
El problema de la crítica consiste en que enceguece al hombre para reconocer su estado espiritual. El Señor quiso señalar esta realidad cuando dijo: "¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?" (v.41). El absurdo en esta situación es que un pecador quiera tratar el problema del pecado de otro. Es únicamente después de que la viga ha sido quitada que uno puede ver para ayudar a su hermano. La paja del prójimo debe ser quitada, pero no podemos pretender librar a otro de algo que nosotros no hemos sido librados aún. En otras palabras, los cristianos deben cambiar si desean que los demás cambien. Esto no quiere decir que uno tiene que ser perfecto para poder ayudar a otro; lo que se condena es la crítica de otros sin ser uno consciente de sus propias faltas. Este es el gran peligro que puede arrastrarnos a condenación. (3)
3.- Jesús advirtió sobre el peligro de la hipocresía.
El Señor dio a conocer que en la vida cristiana uno se encontrará con "espinos" que pretenden dar "higos", así como con "zarzas" que pretenden dar "uvas" (v.44). En otras palabras, se encontrará con personas hipócritas que simulan ser lo que no son (4). Pero, así como los espinos y las zarzas nos producirían un terrible desengaño al no dar lo que ofrecieron; igualmente, los hipócritas, llegan a ser una verdadera piedra de tropiezo cuando se revela su
verdadero carácter. Por eso, el Señor Jesús advirtió que no debíamos fiarnos de las apariencias, sino que más bien, observáramos los frutos de cada uno. "Porque cada árbol se conoce por su fruto" (v.44). Pero lo más terrible de todo esto es que a veces nos engañamos nosotros mismos
acerca de nuestra verdadera naturaleza: creyendo ser buenos árboles no nos damos cuenta que nuestros frutos son malos. Pero nadie que dé malos frutos puede ser un buen árbol. Lo determinante no es la apariencia de las personas, sino su comportamiento real. Las obras son la prueba final de lo que cada uno es en verdad (5).
APLICACION:
Finalicemos este estudio haciendo un examen cuidadoso de nuestra propia vida en relación a estos peligros. ¿Qué clase de maestro es el que tenemos? ¿Hemos sacado ya la viga de nuestro ojo? ¿O todavía insistimos en ver los pecados ajenos sin reparar en nuestras propias culpas? ¿Qué frutos están produciendo nuestras vidas? ¿Son o no frutos del Espíritu?. No hay modo de triunfar como cristianos si no respondemos con sinceridad a estas preguntas.
Referencias de ayuda para el líder:
(1) Ceguera espiritual: Isaías 59:8-10; Mateo 15:14; 2 Corintios 3:14.
(2) Falsos Maestros: 1 Timoteo 1:6-7; 2 Timoteo 4:3-4; 2 Pedro 2:1-3
(3) Juzgar: Romanos 14:13
(4) Hipocresía: Proverbios 26:24-26; Lucas 6:46; Romanos 2:1 y 2:21; Tito 1:16
(5) Obras: Santiago 2:15-16
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